sábado, 2 de mayo de 2009

Futboleando.

Como no podía ser de otra forma hoy toca hablar de fútbol (ya dije que el blog no tenía temática concreta, como imaginareis mayormente para hablar de lo que me salga de la albóndiga). En concreto del partido de las 20.00h que enfrentará al líder de la liga contra el segundo clasificado.

El Real Madrid y el F.C.Barcelona se jugarán buena parte de sus cartas de cara a llevarse el título liguero esta noche en el Santiago Bernabeu en un duelo que se presenta a priori igualado.

El equipo de la capital a falta de buen juego está ilusionado y crecido con la posibilidad de ganar la liga después de verse fuera de ella antes de la llegada de Juande. Por su parte, el conjunto de Pep atraviesa el momento más dificil de la temporada en el que se juega Liga, Champions y Copa.

Pero como todo el resumen y acontecimientos previos al partido podeis leerlo en cualquier periódico de calidad o sino en el Marca, aquí termina mi resumen de la jornada.

Ahora voy a plantear algo relacionado en lo que puede haber mucha gente en desacuerdo, lo cual me encanta.

Se trata de intentar internarnos en la compleja mente del aficcionado de fútbol a lo largo del tiempo según las circunstancias ocurridas entorno a su equipo.

Partamos de un supuesto MOMENTO CERO en la mente de un hincha imaginario llamado Oracio.

Oracio comienza la temporada con todas las esperanzas puestas en que su equipo, como viene siendo habitual, pelée por las tres competiciones a las que se enfrenta e incluso podría afirmar, en este momento de partida, y casi con total seguridad, que conquistará al menos uno de los títulos, que es lo que se le pide a un gran club como el que sigue nuestro peculiar aficcionado.

Comienza la temporada y Oracio ve como su equipo no está tan fino como esperaba, su juego no es el previsto y aunque ganando la mayoría de los partidos, él sale muy descontento de su asiento número 110.378 del estadio. Es la que yo llamo FASE DEL SENTIMIENTO VERDADERO, que para abreviar, no volveré a nombrar.

Llega a su casa donde le espera un plato de cocido en la mesa, su manjar preferido, el cual revuelve con desgana mientras clama al aire su indignación con la situación actual de su equipo, al que no se le puede permitir jugar de esta forma.

Avanza la temporada y la cosa no cambia, si no que va a peor. Además desde el club no hacen más que llegar escusas y nadie se hace cargo de la situación, lo que enfuerece todavía más al bueno de Oracio.

Pero Oracio, como buen y leal seguidor de sus colores, le da una segunda oportunidad al club. Termina la temporada sin títulos y disgustado, pero piensa que a partir de ahí se abrirá una nueva etapa en la que corregir errores del pasado.

Si amigos, estamos ante la llamada FASE DE ESPERANZA EN ABRIR UNA NUEVA ETAPA CORRIGIENDO ERRORES DEL PASADO.

Pretemporada siguiente. Ha habido algunos nuevos fichajes e incorporaciones de canteranos en el equipo que ilusionan nuevamente a nuestro protagonista, poniendo la mirada fija, esta vez si, en ganar la liga y volver por la senda de las victorias gloriosas de antaño.

Como todos los sábados Oracio se lleva consigo un bocadillo de calamares envuelto cuidadosamente en papel de aluminio y dentro de su riñonera con el escudo de sus amores, y se dispone a sentarse en la butaca 110.378 que tantos buenos momentos le ha brindado.

Suena el silbido del trencilla, nota un cosquilleo por el estómago, quizás producido por el movimiento de los jugos gástricos tratando de disolver los calamares ingeridos, pero Oracio cree que es un buen presentimiento, da comienzo el partido y...


No hay comentarios:

Publicar un comentario