martes, 12 de mayo de 2009

Oracio, los chinos, Mr T y otras cosas de meter...

...Suena el silbido del trencilla, nota un cosquilleo por el estómago, quizás producido por el movimiento de los jugos gástricos tratando de disolver los calamares ingeridos, pero Oracio cree que es un buen presentimiento, da comienzo el partido y no es necesario comentar lo que pasó durante los 93 minutos de juego.

El pobre hombre vuelve al hogar esta vez enfurecido por lo que considera una verguenza de jugadores y de directiva, que no están a la altura de un club como el suyo.

A pesar de no ser verdad Oracio exclama frases como "ya me lo estaba oliendo desde la pretemporada, si es que con estos fichajes...", "si yo cobrase la mitad de lo que ellos me dejaba los co***es en el p**o campo", "panda de ma*****es me c**o en la p**a o***a y en la jo***a madre que los reparió, no mames wey!" y "A freir frijoles los mandaba yo a todos pendejos desgraciados"

(Algunas frases han podido ser exageradas o ligeramente distorsionadas de la realidad por nuestros traductores sudamericanos...)

En realidad, la traducción de lo que nuestro hincha quería decir vendría siendo algo como "yo ya tenía mis ligeras sospechas de que la gestión deportiva del club al que sigo no estaba siendo la adecuada desde el principio del presente año, además, opino que cobran un sueldo excesivo en relación al trabajo realizado, son un conjunto de homosexuales en los que defeco y tambien en su ascendiente femenina, no tomes lactancia hombre!"

Esta es la FASE DEL CABREO SUDAMERICANO, que se caracteriza por numerosos improperios, en sus casos más agudos como podemos observar, llegando a hablar lenguas muertas, aunque el protagonista sea de Móstoles de toda la vida.

("En la barba del estúpido aprenden los barberos nuevos")

Una vez ha agotado y repetido hasta la saciedad su repertorio de media docena de tópicos e insultado en partidos y entrenamientos unas cuantas veces a los jugadores y sus familias, gradualmente su cabreo se va transformando en un increible e inexplicable conformismo a medio plazo. Ya no pide que se ganen todos los títulos ni que el equipo juegue a las mil maravillas, ahora le basta con ganar "que es lo que importa". Cuando antaño se iba con el bocata de calamares atragantado si no jugaban bien y ganaban 1-0, ahora dice que mientras vayan ganando no pasa nada.

Éste es el fenómeno a mi modo de ver más asombroso de la naturaleza de un hincha, pasar del máximo grado de exigencia a un club, como debe de ser con el presupuesto que tienen, a conformarse con ir ganando como sea.

Es lo que yo llamo PROCESO DE FALSEDAD POR VICTIMISMO ANULATIVO DE BERNOULLI. Es evidente que no lo inventó el patán de Bernoulli si no yo, pero así me aprovecho de su fama y le añado su etiqueta a ver si pica en el cebo algún matemático desorientado (todos?) (Bernoulli 0 - Yo 1).

Y hasta aquí ha llegado la ciencia en nuestros días, no se sabe que fronteras nos puede deparar más allá la retorcida mente del aficcionado común. Pero podeis hacer vuestras apuestas, ¿será posible llegar a un punto en el que se conforme con perder todos los partidos mientras le den un pincho de tortilla en el campo?, ¿empezará quizás a autoflagelarse todos los días antes de ir al estadio para así, mientras ve el partido estar mejor que cuando no lo ve y obtener algo de placer al ir al fútbol?, o alomejor ¿utilizará las lenguas muertas para doctorarse e impartir clases de insultos a japoneses ex-alcohólicos ebrios de sake que chapurrean "ai vaya torito, ai torito guapo"?

Todas estas respuestas y muchas más, nunca en la Albóndiga Mental, vuestro blog de confianza.

3 comentarios:

  1. Demasiados conceptos, y demasiado delabazado todo.

    Esta vez no puedo congratularme con la entrada, a parte el proceso anulativo es una farsa.

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  2. Deslabazado y farsa, exacto, acabas de definir mi blog.

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  3. pobre Oracio... lo dejás asi, como si nada... y coincido con Mapache... no esta a tu nivel esta entrada

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